Las abejas son una parte importante del medio
ambiente, es un animal con un papel y una función determinada del hábitat en el
que viven, al igual que cada uno de los seres que forman el conjunto natural.
Estamos en una situación critica debido a la alta mortandad de estos animales y
esto va atraer consecuencias, pues
eliminarlas es vaciar nuestra despensa de alimentación y del resto de
animales. En la fase de polinización por las abejas, con la fecundación de las
flores, se obtiene un 90% de la producción de los frutos obtenidos de las
plantas. Igual que la eliminación de un
ser vivo, como las abejas en el ecosistema, romperá la cadena trófica,
trastocando el resto de los seres de su hábitat y una nueva búsqueda al equilibrio del ecosistema, lo que tardaría
muchos años. En caso que se recomponga la cadena.
Desde hace más de un siglo las enfermedades que
ahora están provocando el ecocidio de las abejas ya se detectaron pero fue la
propia naturaleza las que las elimino o las debilito. La fortaleza biológica
del animal ha agudizado hasta ahora todas las enfermedades y virus que
hacen enfermar a las abejas, pero desde
la alteración del medio ambiente por la mano del hombre de forma masiva y
descontrolada con el uso y abuso de derivados del petróleo y eliminación de la
variabilidad de flora natural en el hábitat, es decir desde la imposición de la
agroindustria, se está terminando con la vida de las abejas y el resto de
animales que poblamos la tierra. Ahora se han encendido las alarmas sobre la
elevada muerte de abejas que va en progresión aritmética; y viendo las
consecuencias que tendrá la no polinizar las plantas, al perder los insectos
que realizan tal función. Aunque ya existen algunas zonas del planeta donde la
polinización se realiza por personas debido al exterminio de insectos
polinizadores, una labor manual ardua, costosa y paciente. Las alarmas son
pocas y siguen primando en valor dinero al social y natural.
Hasta la década de los 80´s las enfermedades de las
abejas eran controladas por el apicultor y sus abejas, sin ningún producto
químico como ocurre ahora. Fue sobre esas fechas cuando comenzó las
enfermedades que causan la pérdida de población apícola, con la entrada de la
enfermedad del “pollo escayolado” un hongo Ascosphaera api que mata la larva en
su fase media. Luego fue el ataque del ácaro Varroa que chupa sus líquidos
internos del animal. Para llegar hace una década el rebrote de otra enfermedad
como es la Nosemiasis, es una parasitosis del tracto digestivo de las abejas
adultas que causa la muerte de la abeja. Además de estas enfermedades también
existen muchas más pero de momento no están extendidas y no son alarmantes. Los
informes de análisis en laboratorios constatan que debido a la cantidad de
virus en las abejas, les ha costado detectar cuál de ellos es el que causa la
alta cantidad de muertes. Los pesticidas, lo que hace mucho tiempo demostró los
apicultores.
Estos días pasados los gestores de la política
administrativa han inaugurado un simposio científico hacia una asociación
europea para las abejas, [1] patrocinado por la autoridad Europea de Seguridad
Alimentaría (EFSA). En el evento están representados todos los sectores
afectados directamente ( de la mano de los apicultores cosecheros esta la
asociación de apicultores europeos, aunque a primera vista en su página web [2]
no vemos que este ninguna delegación de España, siendo el segundo productor de
miel de Europa tras Rumania [3]). Todos coincidieron en denunciar la “falta de
datos” para continuar analizando el problema, es decir que todas asociaciones
son dependientes por eso necesitan más subvenciones, más ayudas y más
financiación por la administración para sus estudios y sus patentes, por eso el
evento se emplazo en la sede de Bruselas. Madre del reparto de todas
subvenciones a empresas, lobbies
empresarios y grupos socioeconómicos. En el acto se dio cita la
incultura y la nula intelectualidad, en la nota de prensa que redactaron los
medios sobre el evento, pudimos leerlo en afirmaciones como “No va a nacer un Google Abejas el año que
viene, con información en tiempo real” de la representante de la Seguridad de
los Alimentos en Europa y la aportación del zoólogo Miguel Ángel Miranda, de la
Universidad de las Islas Baleares, al señalar como culpables según su punto de
vista a “ la abundancia de apicultores
de fin de semana ” acusándolos, a estos
aficionados del mundo de la apicultura, los cuales dedican con esmero y firmeza
el cuidado de las abejas, cargándoles con la responsabilidad por “... que los
tratamientos de las abejas se apliquen (ellos) mal en muchas colmenas...” .
Estos aficionados seguro que tienen mas conocimiento en apicultura a base del
análisis y experiencia frente a la élite universitaria a base de química
caballa y más química lo resuelven todo. Desde la élite politica se decreto
"la pinyolà" [4] para las
colmenas y las naranjas, dando como
solución por los señores de la Generalitat y
su abal cientifico, que las colmenas no se asentaran junto a los naranjos,
en toda franja mediterranea. No se pudo cosechar miel de Azahar durante años.
El problema más importantes que afecta a la abeja
es uso de los pesticidas neurotóxicos, derivados de la nicotina, es uno de los
más utilizados en la agricultura, según la Autoridad Europea de Seguridad
Alimentaría hizo público un informe [5] , realizado por la Comisión, en el que
probaba la conexión entre las muertes de abejas [6] y el uso de estos
insecticidas. Se sometió a votación parlamentaria y fueron ocho los que votaron
en contra de su prohibición. De nuevo a pesar de convenciones y eventos y
palabrería, las fuerzas políticas continúan permitiendo el uso de venenos. Era
fácil predecir el resultado de los votos, mirando el desarrollo en tribunales,
casos judiciales y políticos sobre el glifosato [7], donde hay datos y
muestras que tal veneno produce cáncer. A pesar de ello aún están batiéndose en la justicia
institucional.
Las empresas que producen estos neonicotinoides son
Bayer y Syngenta, las mismas que fabrican el glifosato, también son respaldadas
por la asociación de agricultores europeos con el único lema que comprenda el
sistemas capitalista, dinero. Argumentan
los datos económicos y puestos de trabajo, para nada cuentan en sus
balanzas monetarias las consecuencias medioambientales de estos productos y
enfermedades que sufrimos las personas.
Hay ya zonas donde ya están extinguidas las abejas
y todos insectos polinizadores debido al elevado uso y abuso de veneno en la
tierra y en el ambiente. En la comarca Maoxian en China, son las personas los
que tienen que polinizar los frutales. La persona polinizadora posa sobre cada
una de las flores de los manzanos y perales de todo el valle el polen,
empuñando una caña de bambú donde está atada una pluma de gallina que ha untado
en el polen, que ha extraído cuidadosamente de las flores. El proceso es
tedioso y costoso.
Finalmente con la barrita mágica el entramado de la
ciencia y la tecnología ya nos han dado
una solución al problema, han diseñado
unos pequeños drones [8] “... aviones
no tripulados están cubiertos con el pelo de este insecto y bañados con un gel
pegajoso, el cual, permite atrapar el polen al posarse sobre una flor y
posteriormente liberarlo sobre otra". De nuevo nos salvará la tecnología
del colapso al que no ha abocado, nos da solución de debajo de su chistera.
Como de costumbre los animales van delante de las
personas. Las enfermedades que atacan a las abejas, citadas arriba, hay lugares
y colmenares que han podido eliminarlas, la comunidad científica, que se le ha
dado la mano magia, está tratando de localizar el motivo pero vistos los
resultados aún no han hallado el resultado. Es más van a recomendar más veneno,
fabricados por los lobbies de turno y financiados por la administración. La
solución es borrar el veneno y la naturaleza sola hará el resto
Alfonso Soler colavorador de El Eco
del Palancia