miércoles, 8 de noviembre de 2017

Agotamiento del acuifero del Mediterraneo, Vall D´Uxo





En los años 60´s comenzó la explotación industrial en la agricultura, su aplicación  técnica lógica y química fue creciendo a medida que pasaban los años. Este proceso industrial que es despilfarrador y extractista del territorio, con el paso de los años nos está dando muestras del agotamiento de las tierras de cultivo, sus materias primas y sus aguas, en los lugares donde ha estado actuando, puesto que las tecnologías que utiliza son muy perjudiciales para la naturaleza. Una muestra de este proceso, lo tenemos ya, en el agua que conteniene el subsuelo de las huertas de Vall d´Uxo [1] junto al rio Belcaire. El agua dulce que contenía su acuífero ha sido trabucada por agua salada, por su sobreexplotación y su vaciado. La noticia no acaba aquí. La multinacional Coca-Cola, la empresa más derrochadora de agua dulce del planeta, mediante su programa  de “Cítricos Sostenibles” dice que reflotara el acuífero. El programa es solo una táctica agresiva para su financiación, ampliación sectorial, y encubridora, al eliminar de todo tipo de ataque ecologista hacia la empresa.






La industrialización y la petrolización en la agricultura es la forma más rápida de lucro sobre el terreno, al mismo tiempo el ejercicio  más perjudicial para el medio ambiente. Hoy tenemos uno de tantos ejemplos que muestran las consecuencias de este proceso en la zona de Vall d´Uxo. Es similar en toda la vertiente mediterránea, en más o menos  intensidad. En la zona cercana al Rio Belcaire, el acuífero y sus aguas subterráneas están llenas de agua salada. El elevado vertiendo de productos químicos derivados del petróleo echados al suelo ha contaminado el líquido por filtración; la sobreexplotación del acuífero lo han vaciado; y la ley natural de vasos comunicantes el acuífero lo ha rellenado de agua salada. Hace años dio ya señales del peligro pero todos miraron a otro lado, miraron su lucro. Fue cuando las instituciones decidieron que el agua no podía ser potable al contener un 2% de sal, pero el proceso continuo hasta llegar al 100% de sal.  ¿Y ahora toma la iniciativa una multinacional exportadora de agua? 

Otro de los motivos que continua demandando mucha agua dulce, y que no es repuesta por el ciclo natural del agua, es la ampliación de terrenos para el cultivo de regadío, donde antes eran terrenos de secano (almendro, olivo y algarrobo)  o montañas de roca y vegetación silvestre. En la Plana Baixa y la cuenca mediterránea, a partir de los 60´s repunto un auge del comercio de cítricos con la consiguiente trasformación de grandes extensiones de tierras del cultivo de secano y montañas silvestre. Se maquino todos los terrenos y fueron allanados y rellenados de tierra para ser terrenos de regadío. Al mismo tiempo fue lanzada la campaña de exportación del cítrico español hacia la Europa. La agroindustria  campaba a sus anchas y las grandes cantidades de demanda de agua. 

La exportación de productos agrícolas hacia otros territorios conlleva un trasvase de agua. Aunque a primera vista parece superfluo, si nos vamos a los datos, son 4 millones de litros los llevados a Europa desde la costa mediterránea año tras año. [2]





Además del excesivo gasto de agua, también está su putrefacción, causada por la contaminación de las tierras de su propia cuenca. Esta contaminación de las tierras de laboreo, es por el uso y abuso de sulfatos, de abonos nitrogenados, plaguicida y venenos sobre su suelo. En la cabecera de la balsa de regadío se mezclan los venenos con el agua para su distribución por el riego con goteo, y sino la costumbre de pulverizar todos los días y a toda hora, sin ningún miramiento sobre los problemas que ocasionan en el medio y el terreno, ni en la fruta que nos llevamos a la boca.

Ahora que el acuífero y el agua del subsuelo de Vall d´Uxo está completamente salado, la Administración, su Universidad, las empresas químicas y la empresa privada, nos dicen que gracias a sus análisis van a reflotar el acuífero y ahorrar la cantidad agua para riego. El procedimiento le llaman “Cítricos Sostenibles”, un proceso pionero de recarga artificial de agua dulce inyectado de nuevo al acuífero, sacada de otros acuíferos cercanos y agua residual de la población.  El negocio es redondo. El proyecto toma los cítricos de los agricultores a la supervisión; a los técnicos de la universidad y sus satélites empresariales; y la financiación del Estado a la multinacional Coca cola, que es la gestora.



En la página web de citada multinacional nos avanza que la meta es ahorrar durante los dos próximos años alrededor de 800 millones de litros de agua, lo que equivale al contenido de 320 piscinas olímpicas [3] Nada más y nada menos. Cuando la forma de ahorrar agua, es disminuir la cantidad de su uso, y para ello reducir la extensión de cultivo de regadío y vegetación que demande menos. Es volver al cultivo autóctono del territorio, acorde a la pluviometría y la riqueza de la tierra. En toda la vertiente mediterránea el cultivo es el olivo, almendro y algarrobo, entre otros. Son los arboles poco demandantes de agua y de venenos, al mismo tiempo definen la vegetación de la cuenca de Mediterráneo.

La multinacional y su fundación Coca Cola queda bien paradas ante cualquier atisbo de crítica ecológica. La fundación dona una gran cantidad de dinero a un buen número de asociaciones, entre ellas las ecologistas, con ello calla las denuncias que sobre el medio ambiente la envasadora realiza, ver tabla [4]. También en la tabla están los centros de educación, las Universidades y sus satélites elitistas, que son financiados y tomados para proyectos como el mencionado arriba, del que publicitaran a bombo y platillo en todo el andamiaje empresarial. Por otro lado, a la multinacional le salen bien cuadrados sus balances económicos, ya que las fundaciones cotizan menos impuestos que las empresas. Todas estas jugadas empresariales son un lavado de cara hacia las personas, ya que esconde otras agresiones que ha realizado la empresa sobre el territorio y quedan silenciadas, como la sobreexplotación de acuíferos que realizó en El Salvador que dejó a 30.000 personas sin el agua necesaria para vivir.

La frase que envuelve esta maña a la que llaman “Cítricos Sostenibles”, contiene palabras biensonantes y de ambiguo contenido, al decirnos que es una iniciativa que busca mejorar la competitividad y sostenibilidad de la producción de cítricos en España mediante el impulso de la fertirrigación eficiente (fertilización y riego) en zonas sometidas a estrés hídrico. Como vemos la estrategia es la misma y continuadora. La búsqueda del lucro rápido, cuando el procedimiento debe de ser eliminar todo de cultivo perjudicial para el territorio, y que demande lo que ofrece la naturaleza con plena armonía.

Este problema del agua, como tantos otros, viene al implantar actividades industriales sin tener en cuenta los límites naturales, ya que transforman el espacio y lo destruyen, e imposibilitar otras actividades que dotarían de vida. La sobreexplotación de acuíferos y fuentes naturales tiene consecuencia desastrosas en el territorio. Y es el libro del tiempo, por citar un ejemplo cercano, el que nos dirá si el manantial de la Esperanza ocurre algo similar a lo acontecido hay en la Plana, por el agotamiento de su agua.




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