La empresa puntera de
zumos en la zona del Palancia J. García
Carrión, de nuevo nos muestra el problema de sus residuos desde el periódico de aquí [1]. Un problema
que tienen enquistado y que no tienen ninguna solución. Es más, lo llevan
arrastrando desde su puesta en marcha, ya que nunca realizaron ningún tipo de
estudio, ni análisis medio ambiental al respecto. Ahora lo que tratan como
novedad, es construir un colector para verter toda la basura que tiene acumulada
la empresa al rio y a la acequia de riego. Pero no es nada nuevo, ya que resulta
ser lo mismo que está realizando actualmente. Lo chocante del asunto, es como
lo ha encarado el redactor de la nota periodística, al plasmar de una pasada el
respeto al medio ambiente que tendrá el proyecto en el día de mañana, es decir
emitir un juicio a futuros; y la utilización por parte del periodista en su nota,
de una gran cantidad de palabras, todas ellas vacías en contenido, muy propias
de la actual neolengua que tan en boga esta en nuestra actual ecodemocracia, y
tan admirada por su ciudadanismo.
La situación es que la
envasadora de zumos tiene unos depósitos en su almacén llenos de residuos generados
por la producción de la fábrica. Y ahora, el problema es que estos depósitos ya
están a su línea de flotación, a un punto de no poder acumular más porquería, y
precisan urgentemente su vaciado fuera del almacén.
En el sistema democrático,
que es el actual, el protocolo establecido por todas las instituciones,
indiferentemente del ámbito que gestionan, es tomar por un lado un fuerte
respaldo de los organismos, a ser posible "eco"; y por otro, cumplir
la legislación ambiental establecida, con el fin de reducir la catástrofe
ambiental, en la que estamos inmersos.
Pero este protocolo es bien fácil ver su inutilidad, ya que la
contaminación va en aumento, igual que todo referente al medio ambiente. Es
decir, continuar atando cabos mediante leyes e instituciones es acumular más
veneno, más basuras y más desertización de la tierra. En el caso de la
envasadora, desde el inicio de su puesta en marcha las instituciones administrativas
e hidrográficas siempre la han respaldado, incluso afirmaron que se había
realizado un proyecto medio ambiental. Este fue el inicio de generar basura al rio.
Ahora de nuevo, la nota periodística nos da fe que el respaldo es el mismo, son
las mismas instituciones hidrográficas y políticas que al principio. Nada nuevo
bajo el sol, ya que una continuación.
Por otro lado, el
articulista en su artimaña de escribir nos fuerza a asumir como verdad suprema
y a priori, que el proyecto tiene un alto respeto al medio ambiente, aun cuando
se construirá en un futuro. Y para ello, cuentan con el aval y cuño de cada una
de las instituciones ecológicas, hidrográficas y de las administraciones
locales, como si todas ellas formaran parte de la certeza más absoluta, de la
claridad más trasparente. Por ello, nos resulta más que sorprendente otorgar
tal valor lucidez y trasparencia tras lo acontecido sobre los residuos de dicha
empresa, y de una sinvergüenza por parte de todos los implicados.
Respecto al arte de
escribir y de publicidad del periódico, podemos leer a lo largo de todo el
artículo palabras bien sonantes pero vacías en contenido, vocablos muy asiduos
de la ecodemocracia, aunque su significado real es bien distinto. Así es, que en
el artículo solo nos dice que van a “…
ejecutar (un) colector de agua depurada directamente a Dominio Hidráulico
Público. “. Vamos que van a verter los residuos fuera de la empresa al Dominio
Público, pero el arte de redactar la nota con un abanico de palabras como:
"sostenible"," reutilización", "regeneración ",
" calidad del agua", … todo un abanico de palabros con dulzura que
ocultan el sentido real del cataclismo hídrico.
La empresa para generar
valor capital precisa de la sobreexplotación de los recursos del medio
ambiente. Este acelerado proceso de sobreproducción, de legislación y
gestionado por las instituciones de la ecodemocracia nos está llevando al desastre;
por eso confiar en ellas, es acelerar el envenenamiento del terreno y del agua,
y continuar dispersando polución al aire que respiramos. No dudamos que la
empresa envasadora construya un colector para verter residuos al agua de riego,
como lo hace ahora; lo que no dudamos y denunciamos es que este proyecto es
para verter su basura al medio natural e hidráulico, y que tanto expertos como
analistas nos muestran su ineptitud al no ver otra alternativa.
Alfonso
Soler
colaborador del blog El Eco del Palancia
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