viernes, 6 de julio de 2018

El periodico de aqui de DAFSA


En el periódico “De aquí” [1] hemos podido leer un extenso artículo de publicidad y halago a la envasadora de zumos DAFSA. En el cual se hace un largo recorrido sobre lo boyante que se encuentra la empresa; sobre su puntera tecnología, su estrategia del “bien común ciudadanista” y su economía. Son tres elementos importantes para empujar el desarrollo del capitalismo, es decir su sistema de producción tecnológico, la sociedad del consumo y su capital. Aunque, se les ha olvidado señalar las consecuencias ambientales  que la empresa DAFSA ocasiona al medio y su entorno hídrico. Mas  bien, lo han incluido en el balance económico, camuflándolo como valor monetario, en el apartado que han llamado "500 millones al año". También han incluido el caudal mínimo de agua que necesitan para el envasado de zumos, puesto que el negocio no ha hecho mas que empezar. Todo estas aportaciones las han plasmado como si fuera en nosotros sus cuentas económicas, cuando nuestra posición, es el respeto al medio ambiente y su entorno.

Al decir que la empresa cumple con el bien común ciudadanista, me refiero a esa estrategia empresarial de lavado de cara y de marketing empresarial que se vende a la opinión publica. En el caso de García Carrión fue su ya creada Fundación, la cual oferto empleo a personas con discapacidad física [2] y también la visita continuada de los alumnos de los colegios de la comarca. Con estas acciones la empresa trata de contribuir al bien común sea este cultural y humanitario. Con ello dotan de alma a la empresa y de acción benéfica, muy diferente a la solidaridad y muy cercano a la caridad. La empresa no solo vende productos de zumos, también vende su relación con el público. Es el valor ético de la empresa, es la “empresa de la ciudadanía”. Al final como lo único que existe en el ADN empresarial es la economía, crean fundaciones puesto que son otras formas de no contribuir al pago de los impuestos.

En el plano empresarial dentro del sistema capitalista se necesita para su funcionamiento de elementos finitos como de abundante materia prima, el agua; también necesita un mínimo mano de obra, ya que el máximo tienen a la tecnología , y por último a la docilidad social, que ha sido contentada con la promesa de los puestos de trabajo. Aunque, el operario que encuentra donde irse "no quiere ni oír de la empresa", lo llaman la “corrosión del carácter”.

La parte de ganancial de la mercancía se halla en el porcentaje de mano de obra utilizada en la producción  . Y al usar brazos  tecnológicos por humanos no queda apenas valor en el producto del mercado. Entonces, la única salida  que tienen , es aumentar la producción (fabricar más unidades de productos) e hiperdesarrollar la técnica (para ser el puntero y tumbar a su competencia).
 
En el caso de nuestra envasadora de zumos, con un almacén tecnológico, el valor de ganancia económica es muy escaso en cada unidad de zumo.  Por lo tanto para continuar dentro del sistema capitalista, la empresa debe de implementar más y más técnica  y generar más unidades de zumo, es decir sacar más agua del manantial.

Además se le suma, en este caso, se le resta a la envasadora puesto que es suministradora  exclusivamente de una cadena de supermercados de low coss o SPB. Por lo que el valor se disminuye mucho más. Lo único  que le queda es ampliar más geo-mercados y sacar más zumo, más agua.

Si nos remitimos al artículo, podemos ver los datos, en su apunte de proyecto futuro donde reflejan lo que gastan: dos millones de litros al día, que son 350 millones litros al año. Como hemos anotado arriba, para el funcionamiento sistemático de la envasadora estas cifras deben de ser aumentadas año tras año, hasta alcanzar el más alto porcentaje de caudal, que será el agotamiento de la fuente de La Esperanza pero no es el fin de la empresa. Puesto  que con una tecnología puntera la empresa  se instalara fácilmente en otro nuevo pozo para succionar sus altos caudales. Por eso, medios de producción de explotadores de materia finita en nuestra zona lo único que aportan es la eliminación del territorio.

En el caso de nuestra envasadora de zumos, con un almacén tecnológico, el valor de ganancia económica esta en cada lata de zumo que sale al mercado, siendo este porcentaje muy bajo. Por lo tanto para continuar dentro del sistema capitalista, la empresa debe de implantar mas técnica por la exigencia de su competidores y generar más unidades de zumo, es decir sacar más agua del manantial. Además, se le suma a la envasadora que es suministradora  exclusivamente de una cadena de supermercados de lowcost o SPB, son productos de muy bajo precio en el mercado final. Esto provoca que el valor se reduzca aun más. Al final es un circulo que sé retroalimenta. Lo único  que le queda es ampliar mas geo-mercados y sacar más zumo, mas agua, mas manantiales.


En el lado medio ambiental y su agua, no remitimos al articulo, en su apunte de proyecto futuro nos dicen que gastan dos millones de litros al día, que son 350 millones litros al año. Como hemos anotado arriba, para el funcionamiento sistemático de la envasadora estas cifras deben de ser aumentadas año tras año, hasta alcanzar el porcentaje mas alto de caudal, que será el agotamiento de la fuente de La Esperanza pero no es el fin de la empresa. Puesto que con una tecnología puntera la empresa  se instalara fácilmente en otro nuevo pozo para succionar sus altos caudales. Por eso, medios de producción capitalistas en nuestra zona lo único que aportan es la eliminación del territorio y el agotamiento de sus recursos.

La empresa ha reducido las emisiones de co2 y su mejorado su depuración de aguas residuales industriales ya que cumplen la legislación medio ambiental. Pero para constatar estas mejoras debemos de ver los datos que han  dado a la administración,  aunque estos parámetros  para las personas  "curiosas" tienen muy difícil acceso. Así que, no es solo este motivo el que nos deja con la duda, también  son la  maniobras políticas y sucesos acontecidos tiempo atrás, referidos a su vertido industrial.

A finales del año pasado, salto a los medios de información locales que el grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Altura, (mostro ) su postura contraria a la aceptación del vertido de las aguas residuales de la empresa DAFSA en el barranco del Berro ( BARRANCO CAPUCHINOS )[3]. Una posición tomada por un grupo político con cierto poder en la zona y del mismo color que la alcaldía de la localidad de Segorbe, donde está instalada la empresa, nos hace aun más, desconfiar y preocupar. Y que el partido político PSEO alturano no acepte tal vertido sobre el barranco del Berro, aun cuando los técnicos medioambientales dan por correcto el residuo industrial y habiendo cumplido la empresa la ley, puesto que no existe ningún recurso ni reproche al respecto. Nos invaden dos preguntas, más que evidentes. ¿Que el proyecto de puesta en servicio de la envasadora no había provisto donde tirar sus basuras? Y ¿Qué contiene el fluido residual que no es apto para su vertido en el barranco del Berro?

También ocurrió otro suceso, a inicios de este año, y que esta web se hizo eco. Fue al ver los vecinos una mancha negruzca que había aparecido en el musgo de la cascada de "El Salto de la Novia", en el término de Navaja [4].
Fue tan escandalosa que provoco el enfado del vecindario de Navajas y las sospechas de no verter los residuos industriales de DAFSA en el lugar donde deben de echarse para luego abocarlas al rió Palancia. Un acuerdo de ultimo recurso puesto que la empresa y sus voceros siempre predicaron que los residuos no saldrían de su sistema de depuración.

Como hemos dicho más arriba no dudamos que se cumpla las leyes (sabemos quien las dicta y quien las aprueba) pero que tengamos hace apenas unos meses estos dos sucesos denunciados, seguramente habrán existido más no denunciados,  nos hace estar atentos sobre los acontecimientos que ocurren sobre el manantial y sin ninguna confianza en los acuerdos legislados. Al mismo tiempo nos aporta la ideología y define al último periódico en papel aparecido en nuestra comarca artículos como esté.






Alfonso Soler colaborador de El Eco del Palancia