El sistema capitalista en el que estamos inmersos ahoga la
agricultura y ganadera local y engrandece la agroindustrial. Debido a que, las
políticas llevadas a cabo por todas las administraciones, tanto locales como
comunitarias benefician a la industria agrícola en detrimento de la agricultura
local. Esta dualidad en deterioro de los pequeños agricultores y en favor de
las grandes corporaciones agrícolas es sustentada y amamantada por las
políticas del estado de bienestar, llamadas en esta ocasión política Agraria
Comunitaria (PAC). Esto ocurre, aun en el momento crítico en el que nos
encontramos de cambio climático y sequía, los gestores siguen adelante estas
prácticas extractivas que precisan de una elevada cantidad de recursos
naturales y que lleva a la eliminación
del territorio.
Tomamos, el documental “La poderosa agricultura europea” [1] para mostrar la situación de los agricultores en función del lugar donde cultivan, y como la gestionan los mandatarios de la política. Estos últimos mediante la subvención a los productos agrícolas europeos provoca la eliminación del primer sector y posterior inmigración de los indígenas de países africanos y de américa latina hacia Europa y EEUU. Aunque en la película se centra en el perjuicio de los indígenas de países del sur, adentrándonos en las políticas de la PAC, vemos que los perjudicados son todos los agricultores pequeños y medianos, e independiente del lugar que siembran, tanto si son de África como de España. La política agrícola de la Comunidad Europea es un trasvase monetario del dinero de los ciudadanos (impuestos) a las grandes empresas (subvenciones), tanto sean agrícolas o no lo sean. La política de la PAC es la causante de la desaparición de los agricultores que no participan en la agricultura industrial e intensiva, los cuales se ven forzados a abandonan su oficio y sus tierras. Aunque no aparece el documental, la situación que plantea ya se vivió aquí, en nuestras tierras. Dando una vuelta por la península Ibérica podemos ver el resultado de estas políticas agrarias aplicadas desde hace algunas décadas. En donde hay grandes extensiones de terrenos antes cultivables, ahora están abandonas y llenas de maleza. No es de extrañar, cuando las llamas de los últimos incendios forestales invaden la puerta de nuestros pueblos.
El negocio es redondo para la gran empresa. Y para continuar su crecimiento empresarial, tiene abiertas sus sedes junto a la institución europea y sus sucursales en los países donde exporta productos agrícolas. La institución de la Unión Europea asigna dos montantes de dinero desde la bolsa del estado de bienestar a la agricultura de Europa. Un aporte lo realiza mediante la Política Agraria Comunitaria (PAC) a la producción agrícola y ganadera de la comunidad, a más cantidad más dinero, más exportación. Y otro aparte de dinero, la UE lo destina al producto que es exportado a los países de África y de América del Sur. Ambas cantidades de dinero son repartidas en función de la actividad y la cantidad, según consta en los documentos de la PAC, pero vemos que al final, ambas premisas recaen solo sobre entidades que mueven grandes cantidades de recursos y capital, la gran empresa [2]. Ambos aportes de dinero desnivelan el precio final del producto. El precio es más bajo del normal
Tomamos, el documental “La poderosa agricultura europea” [1] para mostrar la situación de los agricultores en función del lugar donde cultivan, y como la gestionan los mandatarios de la política. Estos últimos mediante la subvención a los productos agrícolas europeos provoca la eliminación del primer sector y posterior inmigración de los indígenas de países africanos y de américa latina hacia Europa y EEUU. Aunque en la película se centra en el perjuicio de los indígenas de países del sur, adentrándonos en las políticas de la PAC, vemos que los perjudicados son todos los agricultores pequeños y medianos, e independiente del lugar que siembran, tanto si son de África como de España. La política agrícola de la Comunidad Europea es un trasvase monetario del dinero de los ciudadanos (impuestos) a las grandes empresas (subvenciones), tanto sean agrícolas o no lo sean. La política de la PAC es la causante de la desaparición de los agricultores que no participan en la agricultura industrial e intensiva, los cuales se ven forzados a abandonan su oficio y sus tierras. Aunque no aparece el documental, la situación que plantea ya se vivió aquí, en nuestras tierras. Dando una vuelta por la península Ibérica podemos ver el resultado de estas políticas agrarias aplicadas desde hace algunas décadas. En donde hay grandes extensiones de terrenos antes cultivables, ahora están abandonas y llenas de maleza. No es de extrañar, cuando las llamas de los últimos incendios forestales invaden la puerta de nuestros pueblos.
El negocio es redondo para la gran empresa. Y para continuar su crecimiento empresarial, tiene abiertas sus sedes junto a la institución europea y sus sucursales en los países donde exporta productos agrícolas. La institución de la Unión Europea asigna dos montantes de dinero desde la bolsa del estado de bienestar a la agricultura de Europa. Un aporte lo realiza mediante la Política Agraria Comunitaria (PAC) a la producción agrícola y ganadera de la comunidad, a más cantidad más dinero, más exportación. Y otro aparte de dinero, la UE lo destina al producto que es exportado a los países de África y de América del Sur. Ambas cantidades de dinero son repartidas en función de la actividad y la cantidad, según consta en los documentos de la PAC, pero vemos que al final, ambas premisas recaen solo sobre entidades que mueven grandes cantidades de recursos y capital, la gran empresa [2]. Ambos aportes de dinero desnivelan el precio final del producto. El precio es más bajo del normal
Por otro lado, el reportaje nos muestra la agonía en que se encuentran los ganaderos indígenas de los países destino de la exportación agrícola. Nos refleja, el caso de un lechero, que vive en continuo estado de ahogo. Los precios que puede ofertar en el mercado su leche, no cubre sus gastos, llevándole al dilema de: vender las vacas y acabar con su oficio, con única opción, de salir a buscarse la vida fuera o continuar viviendo en estado de pobreza. La leche (en polvo) que venden en la tienda del pueblo es muy barata, e importada desde Holanda. El precio está muy devaluado, ya que dos tercios de su coste han sido abonados por la subvención europea, así que la leche de sus vacas casi nadie se la compra.
El problema parece que está en las antípodas de nosotros y no nos afecta pero remitiéndonos a nuestra historia podemos saber cómo termina, ya que lo hemos vivido. La comarca del Alto Palancia ha sido siempre agrícola, como el resto de la península pero debido a las políticas llevadas a cabo por la administración, los cultivos han sido abandonados y la ganadería extinguida. En los años 70 fue la última emigración hacia la ciudad y el final del trabajo campesino. Anterior a esta década en la comarca del Palancia se cosechaba grandes cantidades de almendras, aceite, cerezas, caquis y tantos otros productos hortofrutícolas, era la despensa de la ciudad, hoy está desaparecida. Ahora nuestras hortalizas y frutas vienes de países que están en las antípodas, ofertadas en grandes almacenes, también receptores de la financiación del Estado.
Recordando nuestra historia unas décadas atrás, en el mercado del jueves en Segorbe, comenzaba a las 5:00 horas de la madrugada para el suministro a las tiendas de los pueblos, a partir de las 8:00 horas era destinado al cliente, paisano. ¿Dónde está ahora toda esta actividad comercial? La PAC puede ser una de las respuestas, entre otras, de las políticas llevadas a cabo por el entramado sistema capitalista.
El Estado de bienestar vemos que es un jugoso pastel para el capital, igual que financia la exportación también se hace la importación. Para replegar ambos movimientos, que mejor que, el medio de trasporte Corredor de Mediterráneo. Este medio de trasporte dotara de capital a raudales a los empresarios con la excusa de la rapidez y la cantidad. Por eso, estos días pasados el Sr Ximo Puig president de la Generalitat Valencia acompañado de la corte empresarial valenciana y murciana clamaron al gobierno central para la construcción y puesta en marcha del corredor [3].
El estado de bienestar fue creado en los países europeos para frenar el avance del pensamiento comunista del otro lado del muro y para borrar la fuerza colectiva obrerista, ahora trasformada en masa consumista y hedonista. Las personas somos seres sociales y vivimos en comunidad y en comunión. Los animales y las personas viven en sociedad, unos con otros, en solidaridad, colectividad y se han ofrecido apoyo y solidaridad, sin precisar ningún ser supremo que les dirija. El geógrafo Piotr Kropotkin nos relató vivencias sobre el comportamiento de los seres vivos, como con el apoyo mutuo han dirigido su vida hacia un progreso humanista y racional, mejorando en la medida de lo posible hacia una vida llena de riqueza y alegría. Esto es lo que el Estado nos robó y mediante el estado de bienestar nos contentó y al final nos ha atado. Por eso se hace difícil argumentar una opción crítica hacia dicho modelo de organización social, ya que contenta a la masa poblacional con migajas, pero la suma se le otorga al capital.
[2]http://www.eldiario.es/economia/espanolas-recibido-millones-subvenciones-agrarias_0_499400610.html
NOTA: Revista ICAP